Esto del ciclismo es la hostia... cuando al esfuerzo, al fondo (13 horas), al sufrimiento, al frío, aire..... le añadimos una parte sentimental, las cosas se multiplican por dos, en especial las emocionales.
Llevo 11 años (cómo pasa el tiempo) subiendo los Jueves Santos a Villanúa de Jaca, porque en el 2008 se empeñó Abel que subieramos ese día a Villanúa , porque allí tenía una casa, Martín, que fué quien le "traspasó" el negocio y le gustaba mucho la bici, y socio del club.
Fuimos Carlos Pérez, Abel Monguilod y yo, sin coche de apoyo.... Al llegar a su casa, nos duchamos, tomamos vermút, y luego comimos en el Reno.
Poco a poco se fue añadiendo gente, pero siempre (por lo menos unos cuantos) terminábamos en Casa de Martín.
El año pasado subimos los tres porque hacía el décimo aniversario. Y lo celebramos.
Este años decidí, hacerla otra vez ida y vuelta, por determinadas circunstancias, en especial por Martín.
En un principio me iba acompañar Angel Castillo, pero por temas del tiempo decidió hacerla con el club, y salí sólo. De coche "escoba" llevaba a mis "inseparables" Tormento y Pérez, para temas de ropa y comida.
Madrugón padre, encima por los nervios apenas sin dormir.
Almuerzo de campeonato y puerta afuera.
La verdad es que no hacía nada de frío al principio, ni aire, ni sonidos, ni ese oía la bicicleta, es extraño ir tan de noche en bici, pero llegando a Castejón, menuda bochornera¡¡¡¡¡pensé que como siguiera así..
Corono el Puerto Nicasio, y bajando,que frio¡¡¡¡. Algo me pasa en las manos que no es normal.
Llego a Sierra Luna, y hasta Erla a 70..... pensé...ya verás de vuelta.
Sin coches, conmigo mismo, llego hasta la provincia de Huesca, cerca de Ayerbe con las primeras luces.
En Ayerbe primer avituallamiento, girando a la izquierda, y con muy buena temperatura, sin embargo las manos....algo tengo, porque ni las sentía, algo que me pasó en toda la vuelta.
Aquí, comienza la parte más bonita del viaje, llevando paralelo el Río Gallego, y pasando por los Mallos de Riglos, lástima del tráfico¡¡¡¡, demasiado.
Pequeño descenso, para atravesar el puente del embalse de la Peña y comenzar a subir el Puerto Oroel, no muy duro pero largoooooo.
Giramos a derecha para ir poco a poco ascendiendo y pasando pueblos, hasta cima del puerto, ya con bastante calor, que amenazaba tormentas.
Y por fin cima del Oroel, allí, me alcanza el equipo de logística y me quito un poco de ropa porque iba sudando como en verano.
Descenso hasta Jaca, para hacer lo que otros años es la última etapa hasta Villanúa.
En Casa Martín, me esperaba el "equipo", para comer y reponer fuerzas, en un principio me quería cambiar de corto, pero el tiempo....
Con la "tripa llena y los bidones" cargados, descenso muy rápido hasta Jaca otra vez, y .....comienza a llover y hago el Puerto del Oroel con lluvia, cruzándome con los que hacían también la salida de Tauste.
Mala pinta tenía, pero en cima, a lo lejos se ve que despeja, y que no lloverá.
El descenso de este puerto " es raro" no es rápido... no se....
En Anzánigo me pongo de corto, porque hacía bastante calor y no amenazaba lluvia.
Pasamos otra vez el puente del Embalse de la Peña, y desde aquí, a Ayerbe 16 kilómetros, pero que kilómetros, que repechos y airerón.
En Ayerbe para en la Cooperativa, para repostar y comer un poco, y desde aquí a la rotonda de Erla, territorio comanche, en tra los repechos, el asfalto, y el aire se me hizo eterno.
En la rotonda de Erla, última parada para repostar agua y comer un poco. De aquí a Sierra Luna, los peores kilómetros de todo el viaje, 10 km. con una bochronera¡¡¡¡ que me tiraba..son 10 pero me parecieron 100¡¡¡.
Llego a Sierra Luna y al girar, me da ela aire de culo, pero llevando 280 km. en las piernas cualquier puerto de hace eterno. Subo conmigo mismo y mis bici.
Arriba..
Piensas, ya esta todo hecho.
De vuelta a Tauste, con el aire a favor, a 50 km/h de media..... así da gusto...jjejejje.
En casa de Carlos primer refrigerio.... estoy encantado con la Canyon.
La verdad es que llegué mejor que hace dos años, y para estas vueltas tan largas creo que, lo fundamental, no es la dureza, es el tiempo, en especial el aire... porque llevando esos kilómetros en las piernas, te vienen unos cuantos en contra....
Duchita y cenita con los amigos.
Es otro ciclismo, ciclismo sentimental, emocional, además haciéndolo sólo, tiene también su "puntico".
Hoy hemos hecho la "típica" ruta del Moncayo, subiendo Talamantes y Añón hasta el cruce.
Buen entreno, cansado pero "bien".
Ahora a descansar...
